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miércoles, 5 de octubre de 2011

Sexto post de Hayley Williams para PAPERMAG

Bueno, llegamos al final del tour más corto de la historia de Paramore. Vaya viaje fue. No puedo decir o escribir “viaje” (journey) sin escuchar en mi cabeza el principio de “Don’t Stop Believing”. En fin, estoy contenta de haber creado todos estos recuerdos en tan poco tiempo.
El concierto en Hawaii fue uno de los que más recordaré encima de un escenario. Y hablando de escenario, era muy pequeño. Como en los que tocábamos cuando empezamos a tocar hace unos siete años o así o como los del Warped Tour. Tuvimos una enorme respuesta por parte de todos, sentía como si me estuviera saliendo de mi propio cuerpo y estuviera mirando todo el concierto desde otra perspectiva. Fue uno de esos conciertos importantes en los que lo realmente bueno es que nada realmente importa. Todo el sudor y los dolores de otros conciertos anteriores se desvanecían. Sienta bien dejarse llevar. Quiero decir, no se ve bien – con el rímel corrido, parecía un mapache pelirrojo – pero incluso esa parte sienta bien. Es como dije, nada importa.



No solo tuve una conexión personal con el escenario y la atmósfera esa noche, la gente del público hizo el concierto muy íntimo, no podías evitar sentir como si conocieras a todos allí. Dos personas cerca del escenario incluso se propusieron en medio de “The Only Exception!” Intenta decirme que eso no te emociona. En un punto de cada concierto comienzo a decir lo que significan los fans para nosotros y lo que significa que estén allí mirándonos. Luego digo “Bienvenidos a nuestra familia”. Digo que una vez están dentro de nuestra familia no pueden salir de ella, pero no lo digo en un sentido rollo El Padrino, de forma amenazante y estúpida. Lo que quiero decir es que, una vez hayamos estado allí todos juntos experimentando la música de esa manera, estamos conectados. Algo sucede cuando estás con otras personas sintiendo la música. Es una conexión que no puedes negar y eso es lo que quiero dar a conocer cada noche, no importa el número de personas para el que estemos tocando. Es un enorme honor tocar para gente en cualquier momento. Aquellos de ustedes que me estén leyendo que estén en un grupo o escribiendo su propia música sabrán exactamente de lo que estoy hablando, y si no lo sabes… bueno… date cuenta ya.


Bueno, aparte del concierto y de la historia que les acabo de contar, lo pasamos genial simplemente estando en Hawaii por primera vez como grupo. La mayoría del tiempo l0 pasamos relajándonos tanto que apenas recuerdo lo que hicimos el primero día. Fue una de las pocas vacaciones que he tenido en mi vida adulta. Fue todo muy calmado hasta que alguien decidió que era una buena idea si íbamos a tirarnos en paracaídas la mañana siguiente del concierto. Suena genial y una decisión totalmente responsable para nosotros también, no? Taylor era el único que lo había hecho antes. No paraba de sonreír todo el camino hacia el sitio donde teníamos que ir para hacerlo, mientras que los demás nos reíamos de los nervios en el asiento trasero del Jeep que alquilamos. No ayudó nada que al llegar tuviéramos que firmar todos estos contratos que decían “EL PARACAIDÍSMO ES PELIGROSO, PODRÍAS MORIR!” lo juro. Estaba en mayúsculas y todo. No podía ni siquiera decidirme en quien poner en el número de emergencia! No hace falta decir que todos estamos vivos, sino no hubiese sido capaz de escribir este blog.




Lo que tengo que decir sobre nuestra experiencia en el cielo es esto: Todos vivimos y morimos solo una vez. No sé si haciendo paracaidismo es como quiero morir… pero dios mío, estoy muy contenta de haberlo hecho una vez en mi vida. Ese sentimiento de caer a través de las nubes y el aún más satisfactorio sentimiento de mirar el suelo a 10.000 pies de altura. Nunca me había sentido tan vulnerable en mi vida. Estaba sujeta a este chico y no paraba de abrazarme y decirme que podría ser el último día de toda mi vida!! Pero lo superé… y vi al mundo desde una perspectiva totalmente diferente. Cuando todos llegamos al suelo era como si nos hubiéramos visto en años. Todo lo que recuerdo es correr hacia Jeremy. En conclusión, nunca lo volveré a hacer pero estoy muy contenta de haber tenido el valor para hacerlo. Nunca creí, como niña, que crecería y haría exactamente todo lo que había soñado hacer, experimentar cosas que algunas personas nunca llegarán a hacer, y lo mejor? Que puedo hacer todo esto con mis mejores amigos.
Gracias chicos por leer todas mis aventuras. Gracias a Paper magazine por darme la oportunidad de escribir esto para ellos. Nos vemos el año que viene con un nuevo disco y nuevas canciones!
Con todo el agradecimiento que puede albergar mi pequeño cuerpo,
Hayley Williams de Paramore.




Publicado por yoryilena

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